lunes, 30 de septiembre de 2013

Soy sociaa (creo :P)

Bueno, pues sin saber si lo he hecho bien o no, ya que soy nueva en esto, si no me he equivocado en nada ahora soy socia del club Apadrina un blog, de http://leyendoentreletras.blogspot.com.es o por lo menos eso es lo que pretendía (porque repito que no estoy segura si está bien hecho todo) Así que sigo adelante con mi idea de escribir y expresar todo lo que llevo dentro :)

¿Gorrión por qué?

Quizás aún es pronto para ponerme a escribir algo demasiado profundo (digo quizás porque quién sabe). Pero se me ha ocurrido que algún día alguien podría preguntarse "¿por qué un gorrión?" Y por eso antes de que nadie se lo pregunte me adelanto y os lo explico porque tiene su historia. Aunque para que podáis entenderlo antes tengo que contaros un poquito de mí.
Siempre he sido una chica callada, soy más de expresarme por escrito y más bien para mí misma (cosa que como veis estoy cambiando) y por lo tanto siempre he pasado casi desapercibida en clase. Solo sabían que estaba allí por una cosa, porque era esa chica lista a la que todos intentan pedir lo deberes, la tontita que no se relaciona, también la santa... en fin no me explayo en eso ahora. La cuestión es que siempre que se fijaban en mí era para meterse conmigo o para pedirme los deberes, que nunca los dejaba y eso hacía que se metiesen más conmigo. Volviendo al caso, había una chica en mi clase (por ese entonces tenía yo unos 12 años), era la típica diva, una muchacha rubia y de buen tipo, la más popular del curso a la que muchas tenían como ejemplo de moda... y sobre todo, lo más importante, tenía novio. Y claro, eso en aquella edad para todas era algo como "ooh, tiene noviooo", era como ser superior, había conseguido ser querida (de esto hablaré pronto en otra entrada pero es que no me quiero ir mucho del tema). Total que la chica perfecta estaba sentada a mi lado (está claro que era por obligación porque como se puede suponer ella tenía mejor gente con la que sentarse) y no tenía mejor cosa que hacer que buscarme defectos, reírse de ellos y proclamarlos entre sus amigas para que corearan sus risas. Y no sé cómo un día cuando se quedó sin ideas se le ocurrió llamarme gorrión. Supongo que me sorprendería escuchar eso como un insulto, porque es un pajarito precioso. Empezó a molestarme mucho porque no paraba de llamarme así y cada vez que lo decía se reía, y yo odiaba esa risa de diva. Pero por lo menos no era un insulto. Me hace gracia mirar atrás y recordar cómo en mis pensamientos para mí ella era una urraca y me reía para mí misma respondiéndole mentalmente cada vez que se dirigía a mí (cosas de niñas) Al final esa época pasó, al año siguiente estuvimos en clases separadas y supongo que acabó olvidándolo todo. Años más tarde volvimos a vernos en clase otra vez. Había cambiado bastante con respecto a algunas cosas, ya no ridiculizaba a nadie, ni por su aspecto, ni por su clase social (por lo menos en público). Pasó a ser la típica chica guapa, siempre con novio (eso no cambió), simpática con todos y con una madurez bastante limitada. Me sorprendí bastante cuando un día se acercó a mi mesa y empezó a preguntarme cómo me iba la vida, como si hubiésemos sido amigas siempre. Creo que ni siquiera recuerda los malos ratos que me hizo pasar.
Y ahora sí que os preguntaréis por qué sigo utilizando eso de Gorrión. Pues es tan simple como superar las cosas. Quizás en aquella época la simple palabra me hacía arder de odio y dolor. Pero ahora me suena un tanto liberador. Es como convertir algo malo en algo bueno. Muchas veces las palabras tienen el significado que uno quiera darle. Cualquiera de ellas puede resultar al mismo tiempo el mayor insulto o el mejor alago que te pueden hacer. Es cuestión de buscar el buen sentido aunque en el momento no nos apetezca. Como suelo hartarme de decir: no podemos cambiar a las personas, ni lo que ellas dicen o hacen, pero siempre podemos cambiar el cómo nos tomamos las cosas.

Muestra una sonrisa al mundo aunque no se la merezca porque tú sí mereces sonreír :)

Hola :)

Eeem, bueno, aquí estamos tras una infructuosa búsqueda para poder ser columnista, después de darme cuenta de que lo tengo bastante difícil. Mi idea era que la gente pueda leer lo que escribo desde un principio pero me parece que tendré que ser paciente y esperar a ver si esto tiene algún tipo de éxito. No busco fama, ni mucho menos, solo busco corazones dispuestos a escuchar, dispuestos a conocer mi opinión y expresarme la suya, para crecer, para aprender y para sentir que el talento que tengo sirve para algo más que para mí misma. Me gustaría poder ayudar a las personas con esto, ver que puedo llegar al alma. Eso es lo que me hace feliz. Son palabras de una persona cualquiera, una de tantas que viajan por este mundo, palabras de un pequeño gorrión en el que poca gente se fija, pero que también piensa y observa.
Así que después de esta pequeña introducción aquí estoy, dispuesta a probar algo nuevo, a lanzarme a algo desconocido pero apasionante, con toda la ilusión del mundo abro una nueva etapa :)