Película: El número 23

Hace unos días quedé con unos amigos para ver una película. Tardamos media hora en decidir cuál ver y al final nos decantamos por El número 23 porque alguno ya la había visto y nos la recomendó. Según me habían dicho era una película de intriga pero mi primera impresión al ver la cara de Jim Carrey en la carátula fue pensar que sería algo en plan comedia. Sin embargo me sorprendí. Básicamente la historia trata sobre un libro que llega por una serie de casualidades a un hombre llamado Walter Sparrow (Jim Carrey), que comienza a leerlo y se va dando cuenta de que el autor parece conocer su vida puesto que encuentra muchas coincidencias con la vida del protagonista de la novela y su propia vida. El libro gira en torno al número 23, que se encuentra en todas partes, incluso en cosas en las que normalmente no vemos números como los nombres o los colores, a todo se le busca una simbología numérica en la que siempre acaba apareciendo en el resultado el susodicho número. Walter comienza entonces una búsqueda del autor, intentando resolver los enigmas que se le plantean y acaba obsesionado con el 23. No sabría si decir que el final es inesperado o no lo es. En cierta forma me sorprendió pero también era algo que se podía deducir. Pero la verdad es que la película estuvo muy interesante y según mi punto de vista mantiene bien la intriga desde el principio. Es cierto que la película recibió algunas criticas negativas y Jim Carrey estuvo nominado por su actuación en los Premios Razzie como peor actor pero, sinceramente a mí me ha encantado y os recomiendo que la veáis, si es con amigos mejor, porque da mucho juego después cuando encontráis el número en alguna parte.Una anécdota graciosa del día que la vi fue que al acabar, por hacer la gracia pusimos la televisión en el número 23 y era una radio en la que había un partido de fútbol. Hasta ahí todo normal, cuando de repente uno de los equipos marcó y dijeron los goles que llevaban ambos equipos. Ya os podéis imaginar la cara que pusimos todos al escuchar un 2-3. ¿Coincidencia? Quién sabe...