martes, 28 de enero de 2014

Pero ya será tarde

Si no escuchas a mi voz, clamará mi cuerpo.
Y si ignoras a mi alma moriré luchando
en espera de una respuesta.
Si mis palabras no son más que un débil susurro
y mis lágrimas tan sólo agua salada;
si mis huesos son un vulgar cuadro entre muchos,
colgado en una pared solitaria;
y si ni aún mis gritos te quebrantan
ni mi dolor te llama...
Entonces me iré.
Y cuando desaparezca me echarás de menos...
                                    ... pero ya será tarde.

lunes, 27 de enero de 2014

Liebster Award - Nominados

Bueno, empiezo poniendo las preguntas:
1. ¿Cuál es el libro que más te ha impactado?
2. ¿Qué libro preferirías no haber leído?
3. ¿Cuál es tu autor preferido?
4. ¿Piensas que la música está relacionada con la lectura?
5. ¿Qué es lo que más valoras en un libro?
6. ¿Cuál es la frase que más te gusta? (puede ser o no ser de un libro)
7. ¿Eliges lo que lees según la portada?
8. ¿Qué personaje desearías que fuese real?
9. ¿Hay alguna mascota de algún libro que te haya llamado la atención?
10. Si pudieras ser algún escritor famoso, ¿quién serías? ¿por qué?
11. ¿Qué es lo que hace que decidas leer un determinado libro?

Y ahora mis 16 nominados :)

Alex Pler
Alberto Sánchez
Adolesdente
Memorias de una lectora
Stuck in Words
Mónica
Ana Granger
Airi
Claudia
Alicia García
Belén García
Ada
Belu Gómez
Miir
Joana
Luz

A los que decidáis publicar una entrada me gustaría muchísimo leer vuestras respuestas así que por favor comentadme con el enlace en esta entrada. Muchas gracias a todos. Sed felices :)

Liebster Award

Bueno, pues parece ser que me han nominado dos personitas a los Liebster Award, Johana Odair de La amante de la música y los libros  y Andrea Cervantes de Happiness is a love gun. Ante todo agradeceros a las dos por esto :)
Para los demás, os estaréis preguntando que qué es todo esto, pues bien, os explico:
Las normas del premio son las siguientes:
-Agradecer al blog que te nominó y seguirlo.
-Responder a sus once preguntas.
-Nominar ocho blogs con menos de doscientos seguidores.
-Avisarles.
-Realizar once nuevas preguntas a los nominados.



Como he sido nominada dos veces tendré que responder el doble de preguntas así que las pondré todas aquí. Empezaré por las de Johana Odair:




1. ¿Desde cuándo te gusta leer? Me gusta leer desde siempre, cuando era pequeña mis padres me leían antes de dormir así que aprendí muy pronto para poder leer yo misma todas aquellas historias.
2. ¿Cuál es tu libro favorito? No tengo ninguno preferido, me gustan tantos que me sabe mal dejar alguno sin nombrar. Sobre todo los de Laura Gallego y Carlos Ruiz Zafón, también La ladrona de libros, los de Harry Potter, Eragon, Los pilares de la tierra...
3. ¿De qué personaje literario estás más enamorada? Yo diría que de Jack de Memorias de Idhun o de Daniel Sempere de La sombra del viento, han sido siempre mis dos amores jajaja
4. ¿Cuál fue el último libro que leíste? El libro de los portales de Laura Gallego, y ahora estoy con La mano de Fátima de Ildefonso Falcones.
5. ¿Qué es lo que odias de los spoilers exactamente? Pues lo que más me molesta es que te quitan la tensión de saber el final, ¿no os encanta cuando empezáis a leer super rápido para saber que pasa? Pues eso se lo cargan
6. ¿Cuál fue el primer libro que leíste? Buff jajajaja eso es imposible saberlo.
7. Si pudieras tener la vida de UN libro, ¿Cuál sería? Un libro... solo uno... Digamos que la trilogía del Señor de los anillos cuenta como uno solo jajaja
8. ¿Libro que leíste más de una vez? Marina, de Carlos Ruiz Zafón
9. ¿Saga favorita? Eragon, sin duda.
10. ¿Por qué quisiste ser blogger? Para poder expresarme y para que lo que escribo llegue a la gente, aunque tuviese solo un lector al que encantar me sentiría feliz (aunque me alegro de que sean más)
11. ¿Qué es necesario -en tu opinión- para ser feliz? Tener una meta en la vida, una razón por la que levantarse todas las mañanas y sonreír.

Y ahora las de Andrea Cervantes:


1.- ¿Por qué quisiste ser blogger? Ya contestada2.- ¿Cuál es tu blog favorito? El mío jajajaja no, pues no sé, la verdad es que hay muchos, me gusta mucho el de Alex Pler, Sombras de Neón. 
Bueno, vamos a ver, he sido nominada dos veces así que creo que sería justo nominar a 16 personas... la cosa es dónde las voy a encontrar jajaja 


3.- ¿Quién es tu primer amor literario? Creo que fue Daniel Sempere, pero que como he dicho antes, Jack no se queda atrás.
4.- ¿A qué personaje admiras? A Fermín Romero de Torres, de La sombra del viento, pocos personajes hay como él.
5.- ¿Tienes algún villano favorito? Mmmm pues que recuerde no, normalmente odio a los villanos de los libros, digo yo que es lo normal.
6.- ¿Qué libro leíste más de una vez? Kenji y la magia de las palabras, era mi libro preferido cuando era pequeña y me lo leía cada año unas dos veces.
7.- ¿Con qué personaje literario te identificas? Ahora mismo estoy bastante bloqueada, la verdad, y no sabría qué decir, si se me ocurre alguno actualizo y lo pongo.
8.- ¿Te gusta spoilear a los demás? NUNCA
9.- ¿Cuál es tu libro favorito? Ya contestada.
10.- ¿Cuál es tu saga favorita? Ya contestada.
11.- ¿A qué personaje literario no soportas? A Brahim de La mano de Fátima y a Fumero de La sombra del viento.

Como eso me llevará un tiempecillo voy a dividir esto en dos entradas. Cuando tenga a los 16 nominados pondré otra con sus nombres y las preguntas a contestar.
Una vez más gracias a Johana y Andrea :)

lunes, 20 de enero de 2014

Fuego

Os pido disculpas por haber abandonado esto estos últimos días, entre unas cosas y otras he estado un poco liada. Hoy os traigo un microrrelato que escribí el otro día de madrugada, mientras debía estar estudiando jajaja
Es mejor leer las cosas con música así que también os dejo una canción, para que os lleguen mejor las palabras :)
Veo fuego arrasando el suelo, todo a mi alrededor arde con fuerza. Las llamas quieren tocar el cielo estrellado que preside la escena y una melodía suena desde la montaña mientras se funde con el gritar del bosque. Todo se estremece ante tal paisaje, ardiente y bello al mismo tiempo. Pero yo no me muevo, no respiro, no siento. Sólo observo como las llamas poco a poco se acercan. Y antes de cerrar los ojos, creyendo saber el final,veo una mirada al otro lado. Una sonrisa, una mano amiga. Quizás aun no ha llegado el final. Las llamas se extinguen al roce de nuestros dedos. Ahora brillan las perlas del cielo iluminadas por sus ojos. La canción ha cambiado y ha cesado el gemir del bosque. El viento sopla, esparciendo las cenizas, testigos de semejante destrucción, y sus alas elevan en el aire una pequeña flor que no ha muerto, mientras dos sombras se pierden en la distancia, con los dedos entrelazados.

viernes, 10 de enero de 2014

Pelícla: El efecto mariposa

Uno de estos días de las vacaciones, hablando con un amigo me recomendó ver la película El efecto mariposa y como me gustó lo que me contó pues me puse a verla esa noche. 
La película, dirigida por Eric Bress y J. Mackye Gruber, trata sobre la vida de un chico llamado Evan Treborn (interpretado por Ashton Kutcher). El muchacho tiene lagunas mentales, momentos de su vida que no recuerda y va creciendo aprendiendo a aceptar esa "enfermedad", tiene varias experiencias traumáticas que es incapaz de recordar, de las cuales nadie le habla, situaciones que han afectado mucho a la gente que le rodea. Un día descubre que todas esas lagunas le abran la puerta de poder cambiar el pasado. Empieza entonces a intentar arreglar su vida y la de sus seres queridos viviendo de nuevo esos momentos.
La verdad es que me pareció una película muy interesante y me hizo pensar. Es increíble lo mucho que una situación, un entorno o un determinado comportamiento con la gente puede hacer que el futuro vaya hacia un lado o hacia otro. Las decisiones que tomamos, las promesas que hacemos, incluso las personas con las que nos relacionamos son factores que influyen en el rumbo de la vida, tanto de la nuestra como la de aquellos con los que se cruza nuestro camino. Y yo me pregunto ¿somos conscientes de ello? Muchas veces actuamos sin pensar, una palabra ofensiva, una mirada de desprecio, un amigo con el que dejamos de quedar... ¿nos damos cuenta de que estas cosas que parecen tan simples e inofensivas pueden cambiar una vida? Y no me voy a quedar solo en las cosas malas, una sonrisa, un abrazo de consuelo, una llamada... son gestos que no cuestan nada y pueden tener una gran repercusión. Tampoco estoy diciendo que haya que agobiarse pensando si con algo que hacemos le arruinaremos la vida a alguien, no confundamos, solo os pido que os esforcéis, que podemos hacer un mundo mejor, entreguémonos un poquito a la tarea de mejorar la vida de los que nos rodean, hay que tener en mente que lo que hagamos hoy, determinará el mañana. 
“El aleteo de una mariposa puede causar un tifón en algún lugar del mundo.” 

jueves, 9 de enero de 2014

Año nuevo, nueva historia

Bueno, hoy tengo tiempo libre así que aprovecho el rato para escribir ya que al haber empezado las clases otra vez, ya mismo me toca estudiar hasta que me sangren los codos. Llego un poquito tarde para darle la bienvenida al nuevo año pero hasta ahora no se me ha ocurrido (soy un poco lenta a veces) por lo tanto vais a tener que perdonar el retraso. 
Mirando hacia atrás el año pasado he encontrado bastantes cosas en las que pensar, la verdad es que ha sido un año duro en el que no todo ha sido bonito. Pero aún así, me he dado cuenta de que no cambiaría nada de lo que a pasado, porque a través de todo eso he aprendido, he madurado y he crecido como persona. Y es verdad que todavía me queda un buen trecho por delante, nunca se deja de aprender así que este año mi principal reto es seguir aprendiendo. Va a ser un periodo de cambio, este año por fin termino el instituto (a algunos os pareceré todavía una pequeñaja) y estoy muy ilusionada por empezar la universidad. Supongo que a todos nos gusta eso de poder salir por fin de casa sin tener los ojos de los padres las 24 horas encima. Por lo pronto aún me quedan dos duros trimestres de trabajo y esfuerzo... y exámenes. Pero en fin, todo a su tiempo, como dicen. 
A parte de todas las cosas que me vienen en el lote de "obligaciones" (véase estudiar), este año me gustaría poder dedicar más tiempo a leer. Soy una apasionada de la lectura, de esas que tocan un libro y hasta que no lo acaban no lo sueltan, lo cual me crea verdaderos problemas a la hora de estudiar porque a ver, siendo sinceros, quién no prefiere un buen libro antes que ponerse a memorizar derivadas... Estoy viendo que no voy a poder sacar mucho tiempo para eso, pero me lo propongo y así por lo menos lo intento. Y si no pasará lo mismo que el año pasado, mi lista de libros pendientes de leer irá creciendo y pasaré el verano leyendo sin parar.
Otra cosa importante es que me dedicaré más a escribir. Tengo una amiga que lleva ya un año detrás de mí para que escriba un libro, pero nunca me he sentido capaz por miedo a estropear la historia que tengo pensada. Por ahora siempre me he dedicado a describir pequeñas escenas, de las cuales la mayoría acaban en una enorme carpeta cubierta de polvo, bajo la cama. Me hace falta encontrar esa fuerza para poder acabar mis múltiples proyectos olvidados, o por lo menos alguno de ellos. Uno de mis mayores sueños es poder publicar un libro en un futuro. Mientras tanto aquí seguiré, expresándome a ratos y llenándoos la cabeza con mis historias, mi vida y mis reflexiones.
Pues creo que aquí acaban mis propósitos "importantes", así que ya es hora de que me ponga con las derivadas y las integrales... Mucho ánimo a todos para este nuevo año, tenemos 365 días (ya son 9 menos jeje) para escribir otro capítulo de la historia de nuestra vida. Un beso a todos! :D

Pesimismo

Rym observó al chico que tenía delante, en su mano abierta reposaba una llave brillante tendida hacia ella. La cogió con cuidado y la observó mientras el muchacho desaparecía. Había sido llamada para cruzar una de las puertas. Al instante empezó a imaginar qué la esperaría al otro lado. Conocía a muchas personas que habían tenido el mismo privilegio. Privilegio... o desgracia, porque algunas habían muerto por ello. Su cabeza daba vueltas intentando averiguar qué se encontraría. Desde que sabía que la llamarían para ello había estado investigando entre la gente de la aldea. Muchos de ellos ya habían tenido la oportunidad de pasar alguna puerta y otros al menos conocían a alguien que lo hubiese hecho. Sin embargo no obtuvo el resultado que esperaba, cada una de las personas con las que habló le contó una experiencia diferente. Una madre le relató como había perdido a su pequeño hijo tras una de las puertas. Un hombre le puso delante un brazo mutilado sin decir nada más. Un chico le mostró con entusiasmo varios lienzos en los que había pintado el maravilloso mundo que se encontraba al otro lado, narrando a su vez las maravillosas aventuras que había tenido el privilegio de vivir. Encontró en una calle a un músico, llorando porque al cruzar la puerta había perdido el oído. Una chica, en la plaza, le contó que tras una de las puertas aprendió a cantar. Todo era muy contradictorio y Rym no sabía que pensar. ¿Y si era de las que no tenían suerte? ¿Y si quedaba mutilada, paralítica... o incluso perdía la vida? Empezó a imaginar la historia más terrorífica posible, abría la puerta y se encontraba las más fieras bestias pobladoras de sus pesadillas, enfermedades horribles, pérdida, dolor, sufrimiento... Las lágrimas brotaron de sus ojos viéndose ya a merced de ese horrible destino cuando sintió un contacto en el hombro y al girarse descubrió una anciana, apoyada en un bastón blanco, que tenía sus grises ojos fijos en ella.
- No pienses más y ve.
La chica asintió y se dirigió a la puerta, había llegado el momento de cruzarla.

d

Bueno, quizás alguno se pregunte qué sentido tiene esto. Llevo unos días pensando en el tema. Muchas veces nos pasa algo parecido a lo de la puerta, puede ser que nos duela algo, que veamos una llamada perdida de alguien, que nos digan que tienen que contarnos algo... mil y una situaciones encajan. Lo que quiero que veáis con esto es que a veces somos bastante pesimistas, yo la primera, y cuando se nos presenta la oportunidad de darle vueltas a la cabeza sin sentido nos dedicamos a encontrar qué es lo peor que puede ser hasta hundirnos completamente. Pensar no es malo, pero pensar sin que te lleve a ningún lado es una pérdida de tiempo. Y es que es cierto el dicho ese que dice que la preocupación es como una mecedora, te mantiene ocupado pero no te lleva a ninguna parte. Mi intención es haceros reflexionar sobre ello. Muchas veces es inevitable el preocuparse, somos humanos y es algo normal, pero no dejemos que vaya más allá, hay que saber cortar los pensamientos llegado cierto punto. Así que ánimo, y a ser más positivos :)



miércoles, 8 de enero de 2014

Evolución vs Dios

Bueno, hoy os traigo algo un poquito diferente a lo de siempre. Es un vídeo que me ha llamado bastante la atención y por eso quería que lo vieseis, al menos como curiosidad.

Parece ser que quitaron el vídeo que puse de YouTube peeroo lo he buscado de nuevo y he encontrado otro enlace, así que ya es visible otra vez:)


domingo, 5 de enero de 2014

Precioso :)

jueves, 2 de enero de 2014

El Escritor

Bueno, después de mucho tiempo buscando, encontré el relato que estaba buscando desde hace tiempo, así que ahí va. Es larguillo pero a mí me encanta, a ver qué opináis :)

Liz observaba la lluvia en silencio a través de la ventanilla del coche. Iba con sus padres hacia el viejo caserón de su tío abuelo, que había muerto una semana atrás. En sus diecisiete años de vida nunca lo había visto, pero le había dejado herencia a su madre y por lo tanto tenían que estar presentes en la lectura del testamento.
La mansión estaba alejada de la ciudad, ya que su dueño había sido una persona solitaria, así que el trayecto era largo y aburrido. Liz se distraía mirando cómo las gotas resbalaban una a una por el cristal, intentando adivinar cuál acabaría antes abajo. Llegaron y atravesaron el vasto jardín principal de la casona, sembrado de abedules, lo que le daba un aspecto un tanto siniestro.
La gran casa bien podía parecer en mal estado, debido a su antigüedad, pero aún así se mantenía en pie a pesar del paso de los años, sin una sola grieta que atravesase sus paredes. Entraron y fueron conducidos por un viejo mayordomo hacia el salón principal, donde esperaban algunos de los que habían sido mencionados en el testamento.
Era un espacio grande, cuyas cuatro paredes desprendían frialdad, cubiertas de enormes cuadros de rostros serios. También había una chimenea apagada y unos pocos sillones esparcidos sin orden. Pero lo que más llamaba la atención era la lujosa vitrina de cristal que presidía el salón. Dentro había un libro de tapas negras, más parecido a un diario, porque tenía dos cerraduras de metal, con un tallado floral. El mayordomo parecía alardear de aquel ejemplar, repitiendo una y otra vez su alto valor monetario.
Los que faltaban fueron llegando y, cuando todos estuvieron reunidos, pasaron al que había sido el despacho del difunto, precedidos por el notario y cerraron la puerta tras ellos dejando a Liz sola, con la promesa de acabar pronto. Ella decidió esperar en el vacío pasillo, paseando de un lado a otro.
Pasada media hora, se había recorrido el corredor de derecha a izquierda, suficientes veces como para conocerse todos sus detalles a la perfección. Empezaba a aburrirse, así que decidió que seguramente al tío abuelo de su madre no le importaría que hiciese una rápida visita a su casa. Total, estaba muerto, no había nada que esconder.
En el ala este estaban el gran salón, el despacho y el pasillo donde se encontraba. Había unas enormes escaleras que llevaban hacia una planta superior pero, cuando estaba a punto de poner el pie en el primer peldaño, su vista se desvió hacia la derecha, descubriendo una puerta que quedaba camuflada. Inmediatamente decidió que la segunda planta podía esperar a que explorara lo que había allí detrás.
Era una puerta pesada, de roble y recubierta de varios tipos de cerrojos, con un antiguo candado, algo inservible, puesto que había un gran manojo de llaves colgadas junto a la puerta. Después de diez tortuosos minutos arrastrando los atrancados pestillos y otros pocos empujando con todas sus fuerzas, logró entreabrirla lo suficiente como para poder pasar al otro lado sin dificultad.
Había unas escaleras de piedra, iluminadas sólo por la poca luz que entraba por el hueco de la puerta entreabierta. Cerró los ojos unos segundos para acostumbrarlos a la semioscuridad y comenzó a bajar, apoyándose en el frío muro a su derecha. El ambiente fue volviéndose húmedo conforme bajaba y al llegar al último escalón se encontró con una red de pasillos, iluminados débilmente por varias antorchas muy distantes entre sí. Eligió uno al azar y continuó andando. A ambos lados había aperturas, unas con puerta y otras sin ella, que daban a pequeñas habitaciones vacías, sin ningún otro mobiliario que un poyo de piedra. Tardó poco tiempo en averiguar lo que era aquello, estaba rodeada de antiguas mazmorras.
Cualquier otra chica de su edad habría salido corriendo de aquel sitio y habría vuelto al pasillo, junto a la puerta del despacho, a esperar la salida de sus padres, pero ella era diferente y no tenía miedo. Así que avanzó para observar detenidamente todas las estancias. Llegó un momento en el que se acabaron las puertas y el corredor continuaba hacia delante, pero decidió ir hasta el final. Al fondo, se encontró el pasillo bloqueado por una verja de hierro, en la que había una puerta. Se había dado la vuelta para regresar cuando escuchó unos murmullos a su espalda. Se volvió y se agarró a los barrotes para intentar vislumbrar qué era lo que había al otro lado. Recorrió la habitación con la vista hasta descubrir, sentado en una esquina, a un ser que se mecía abrazándose las rodillas mientras susurraba palabras ininteligibles. Liz se quedó observándole esperando que notase su presencia, pero al ver que el extraño parecía no reaccionar decidió hablarle.
-         Hola – le dijo y comprobó que, en efecto, el desconocido no la había escuchado acercarse, puesto que dio un gran salto hacia atrás al verla.
Era un chico escuálido. Llamaban la atención la palidez de su rostro y su piel, color ceniza. Su pelo alborotado era negro, oscuro como la noche más cerrada y sus ojos, grises, profundos, tanto que parecía verse su alma a través de ellos. Vestía únicamente unos gastados vaqueros, quedando al descubierto su delgado torso.
Más extrañado que asustado, la miró fijamente a los ojos, como intentando descifrar si sus intenciones eran o no buenas.
-         Hola – volvió a repetir, esta vez con una sonrisa -, soy Liz.
El chico siguió en silencio, observándola desde la esquina, sin atreverse a abrir la boca.
-         ¿Quién eres? - siguió intentándolo ella - ¿Qué haces aquí encerrado?
Al ver la inocencia de la chica, por fin se atrevió a hablar.
-         Jack – susurró. Su voz era tan suave y dulce que no parecía humana.
-         ¿Ese es tu nombre? ¿Jack?
Él asintió y siguió mirándola con curiosidad, sin decir nada más.
-         Veo que no eres muy hablador ¿por eso estás aquí?
El chico comenzó a reír con una risa siniestra y sombría, que hizo que Liz se echase hacia atrás, asustada.
-         ¿En verdad piensas que iban a encerrar a un chico por no hablar? – le preguntó.
-         Ha sido lo primero que se me ha ocurrido – contestó ella en un susurro consternada aún por la reacción de él.
-         Siento haberte asustado – se disculpó – simplemente me ha hecho gracia la pregunta.
Los dos quedaron en silencio de nuevo, observándose por largo rato el uno al otro con cierta curiosidad. Al ver que ella era ahora la que no hablaba, Jack tomó la palabra.
-         Estoy aquí por una larga historia, pero quizás si me ayudas a salir de aquí puedo contártela – dejó caer levantando una ceja.
Ella lo miró detenidamente. Estaba hablando con un encarcelado, podía ser perfectamente un ladrón, un loco, un asesino… pero el chico le inspiraba tranquilidad, así que acabó aceptando.
-         Está bien, empezaré desde el principio, contándote quién soy y lo que es más importante: qué soy – dijo él como introducción.
Soy un Escritor. Los Escritores no somos humanos, somos seres con una capacidad especial para expresar a la perfección nuestros sentimientos con palabras y poder entrelazarlos en las historias que escribimos, dejando en ellas, como sello, parte de nuestra propia alma.
Somos solitarios, seres que como única compañía tenemos a nuestra conciencia. Nuestros sentimientos son los más fuertes y  profundos que pueden existir, pero aún así, tenemos prohibido enamorarnos y mantener una relación con cualquier humano, porque somos seres semieternos, es decir, vivimos indefinidamente hasta que no nos queda nada que contar, seres que nadie, excepto nosotros mismos, (y tú ahora) sabemos de nuestra existencia y nuestro secreto debe quedar oculto. Estamos destinados a observar el mundo sin poder ser parte de él, a vivir mimetizados con las personas sin llamar la atención, a viajar de unos lugares a otros y aprender continuamente de la gente que nos rodea.
Cada escritor posee un cuaderno especial, algo así como un diario. Este contiene su alma sin máscaras, su esencia más pura. En él, las palabras fluyen en completa armonía y crean la composición exacta y perfecta de la verdadera naturaleza de su dueño. Debido a esa perfección, ese cuaderno podría destruir a cualquier ser humano que lo leyese si no tuviese la fuerza suficiente para soportar todo el sufrimiento que queda en él plasmado, un sentimiento que ninguna persona sería capaz de describir, tan hiriente, que las palabras parecen gritar desgarrando el corazón de aquel que las lee.
Si cualquier historia que escribimos está interconectada  a nosotros por un estrecho lazo cuando sólo contiene  parte de nuestra alma, es inimaginable la relación tan profunda que existe entre las palabras del cuaderno y su dueño, tanta que podemos sentir a través de él. Así  que, la mayoría de las veces que un Cazador lo roba, el Escritor no soporta la angustia y acaba quitándose la vida, desapareciendo el diario con él. Si por el contrario, es el cuaderno el que se destruye, su Escritor queda sin alma, como una simple carcasa vacía que vaga sin rumbo y termina muriendo.
Te preguntarás qué es un Cazador. Pues bien, existen humanos que saben de nuestra existencia, humanos de perverso corazón, que se dedican a seguirnos el rastro y cazarnos como si fuésemos bestias para tener control sobre nosotros. Y consiguen un total sometimiento cuando se hacen con el cuaderno del Escritor. De esta forma nos chantajean a fin de  que escribamos para su provecho…
La voz de Jack se había ido apagando poco a poco con la última frase hasta que el silencio les invadió, y ninguno de los dos fue capaz de romperlo en los minutos siguientes. Liz observó al extraño muchacho, que tenía la mirada perdida en el suelo.
-         Por eso estás aquí – afirmó, más bien para sí misma, comprendiéndolo todo.
-         Exacto – respondió él con una sonrisa, levantando el rostro para mirarle a los ojos -. ¿Me ayudarás a salir?
-         Una promesa es una promesa.
Sacó el manojo de llaves de su bolsillo y buscó una que encajase en la cerradura. Al momento la puerta se abrió. El chico se levantó y al pasar junto a ella le dio las gracias y volvió a sonreír.

Liz se quedó inmóvil en el pasillo, observando como el Escritor recuperaba su libertad. Pasados unos minutos subió y colocó las llaves donde las había encontrado. Se dirigió al salón principal, desde donde se escuchaban voces alteradas. Entró y se fundió entre los presentes. El mayordomo se encontraba en el centro de la habitación, agitando las manos mientras gritaba descompuesto. Al principio no entendió qué era lo que le había trastornado tanto, hasta que se dio cuenta de que la vitrina estaba vacía. El libro había desaparecido, pero Liz sabía que ahora estaba con su verdadero dueño.